Martín Tovar y Tovar el pintor de la historia venezolana

A partir de 1873, Tovar y Tovar empezó a recibir encargos del presidente Antonio Guzmán Blanco. Allí empezamos a disfrutar de sus recreaciones históricos, de los retratos de personajes y héroes y e incluso de las escenificaciones gloriosas.

“A través de la escenificación, Tovar alcanza la pintura de género, el cuadro episódico: las grandes batallas. Todo comienza en 1883, cuando el artista presenta en la Exposición  Nacional de  Bellas Artes, con motivo del primer centenario del nacimiento de Bolívar, su gran lienzo sobre la Firma del Acta de Independencia, que hoy puede admirarse en el Salón Elíptico del Capitolio Federal, en el mismo lugar donde se encuentran las batallas de Carabobo, Junín, Ayacucho y Boyacá, que el gobierno de Venezuela le había encargado”, señala el poeta y crítico de arte venezolano, Juan Calzadilla.

“De la Firma del Acta de Independencia se ha dicho que es el cuadro más popular de la pintura venezolana. Prodigio de elocuencia renacentista, como no se había visto antes en Venezuela. Esta sola obra hubiera bastado para consagrar a Tovar como extraordinario muralista”, añade Calzadilla.

Para complementar esa obra, emblemática para lo que sería luego el muralismo latinoamericano, en 1886 la escenificación de la Batalla de Carabobo alcanza el techo del Capitolio Federal, tal como lo conocemos hoy en día, imponente al mirar el techo, fantástica y enigmática cuando la veíamos en los libros de historia.