Raiza la sobreviviente del Amazonas
- 13/10/2024
- ¿Lo Sabías?, Destacados
- Chevige González Marcó
Entre los accidentes aéreos ocurridos en el país, hubo uno que mantuvo en vilo por varios días al país: el de Raiza la sobreviviente del Amazonas. Ven Para Saber
El accidente del Cessna 207 YV-244C
El 1 de septiembre de 1981, una aeronave Cessna 207 YV-244C, que volaba desde San Carlos del Río Negro con destino a Maroa y Puerto Ayacucho, en nuestro estado Amazonas se precipitó a tierra en medio de la selva.
Cuatro personas iban a bordo del avión: Rómulo Ordoñez, capitán; José Manuel Herrera, juez colombiano; Salvador Mirabal, policía colombiano, y Raiza Ruiz, quien iba a cumplir su servicio rural como estudiante de medicina de la Universidad Central de Venezuela. La única sobreviviente definitiva fue Raiza, sin embargo, otros dos de los tripulantes habían logrado inicialmente sobrevivir, a pesar de los fuertes golpes.
Fue una densa niebla en medio de la ruta sobre la selva lo que ocasionó que el piloto perdiera control de la aeronave, se desorientara y no pudiera evitar estrellarse.
Encontrada por niños indígenas
Raiza se había alejado del sitio del accidente junto con los otros dos sobrevivientes, buscando posibilidades de auxilio.
«Había un tiempo cerrado, todo se veía blanco. Y de repente nos vimos metidos en las matas. Yo no sentí la precipitación del avión, simplemente me vi rodeada de unas ramas y pensé: esto es insólito, ¿cómo aterrizamos aquí? Yo no podía concebir lo que había pasado, cómo va alguien a pensar algo tan absurdo como que el avión donde va se ha caído”, dejó como testimonio Raiza.
La imposibilidad de encontrarlos en el lugar específico donde ocurrió la tragedia, también causó una extraña decisión de darlos a todos por muertos, e incluso Raiza la sobreviviente del Amazonas, tuvo una lápida con su nombre a los cinco días del accidente.
“Teníamos mucha sed, estábamos muy quemados y necesitábamos agua”, señaló la sobreviviente en una entrevista publicada por la periodista Milagros Socorro. Así explicaba una de las razones por la cual se habían movido del sitio.
Finalmente, el día 6 de septiembre, unos niños indígenas la vieron y la comunidad barí de la zona le dio las primeras atenciones y rescatarla, arrebatarla de la muerte.
Las anécdotas de la selva
La semana del accidente el país se había conmovido, sin embargo, la grata sorpresa fue casi increíble. Raiza había logrado sobrevivir gracias al apoyo del pueblo indígena. Era un domingo por la tarde cuando los niños indígenas la vieron y podía ubicarse en el tiempo debido a que el reloj de Raiza quedó intacto en su funcionamiento a pesar del accidente.
“Sentí la presencia de los niños y me di cuenta de que se habían ido. Me quedé allí toda la noche y al día siguiente me encontraron los adultos”, confesó Raiza la sobreviviente del Amazonas, a la periodista Milagros Socorro.
“Me limpiaron los gusanos que tenía en el cuello, rezaron, cantaron y construyeron un catumare para transportarme (una cesta que ellos se cuelgan de la frente para acarrear cosas pesadas, cacería, troncos de árboles) y me dejaron hablar. Cuando salí de Maroa en el avión, pesaba cuarenta kilos; en ese momento pesaba treinta y dos kilos”, agregó Raiza.
Ante el país también quedó en evidencia que las autoridades no habían hecho lo suficiente para rescatar a las víctimas. Raiza se impuso ante las adversidades y la vida le sonrió.
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