Petroglifos de Carabobo, la intriga de sus significados

25/02/2024
Texturas
Chevige González Marcó

Los petroglifos de Carabobo forman parte de un área arqueológica, las marcas de un pasado que nos permitiría conocer más el modo de vida de los pueblos que allí se asentaban. Ven Para Saber más sobre esta historia.

Parque Arqueológico Piedra Pintada

Ubicación de los yacimientos arqueológicos en Carabobo

El Parque Arqueológico Piedra Pintada está ubicado muy cerca de la población de Vigirima y en los linderos del Parque Nacional San Esteban, entre las ramificaciones del sector carabobeño de la Cordillera de la Costa.

Allí habitaron por siglos pueblos de las familias caribe y arawak, que dejaron escritos, en particulares dibujos, parte de su esencia, de su arte y de su manera de ser.

Además, se ubican en dichos yacimientos, formaciones realizadas por aquellos pueblos a partir de la alineación de rocas, por ejemplo, los menhires, que son “tres hileras de formaciones megalíticas de aproximadamente 1,20 m de tamaño. La línea de 28 menhires sería un calendario astronómico que marca el solsticio de verano”.

¿Qué querían expresar los petroglifos?

Hay casi de todo en las representaciones talladas en las piedras. Valga recordar en este momento, el concepto de petroglifo: Figura hecha por incisión en roca, especialmente la realizada por pueblos prehistóricos. Evidentemente, no fue sólo una forma de comunicación de los pueblos indígenas americanos, sino también de otros pueblos del mundo. En muchas ocasiones, se les considera también como “arte rupestre”.

En el trabajo, PETROGLIFOS DE VIGIRIMA: Dos yacimientos de arte rupestre de la cuenca del lago de Valencia, estado Carabobo, Venezuela, el autor, Leonardo Pérez nos ofrece una clasificación por tipos de figuras ubicados en el lugar.

“Dominan las antropomorfas (47,4%), seguidas de las geométricas (34,2%), zoomorfas (5,3%), antropo-geométricas (5,3%), zoo-geométricas (2,6%), zoo-antropomorfas (2,6%) y asteromorfas (2,6%)”, señala Pérez.

Ahora traduzcamos un poco, encontramos en los alrededores de Vigirima, petroglifos que representan animales, seres humanos, formas geométricas, astros celestes y algunas que las combinan.

Una cotidianidad celestial

La cotidianidad de los grabados rupestres de arawak y caribes, representaba también su imaginario, sus creencias divinas y nos ratifican lo que señalan muchos textos, la adoración a los astros como dioses.

Por ejemplo, en 1939, el arqueólogo venezolano Luis Oramas, describió una imagen muy particular: la “diosa de la lluvia o fertilidad”. “Se encuentra entre los petroglifos, uno extremadamente notable que podemos considerarlo representativo de la diosa del Invierno; es bastante artística. En el primer término ostenta primorosamente una figura humana, con los ojos oblicuos simétricamente y con adornos estilizados a su alrededor; a un lado figuran caracoles (quiguas o cuacuaros como los nombraban los Cumanagotos) en actitud de arrastrarse hacia la imagen; a estas especies de animales terrestres en tiempos de lluvias se les ve andando en distintos sentidos, por eso caracterizan la humedad invernal …», precisó Oramas.

Entre los dibujos se encuentran también rostros humanos, acá volvemos al texto de Leonardo Pérez, que nos esboza estadísticamente, los rasgos físicos de aquellas caras: ojos circulares: 84,15% (138); boca lineal: 43,9% (72); T amazónica: 42,68% (70); pintura facial: 31,09% (51); boca circular: 19,51% (32); ojos ovalados: 15,85% (26); boca oval: 6,09% (10).

La diosa de la lluvia en los petroglifos de Carabobo

La antigüedad de los petroglifos de Carabobo

Según los especialistas, puede variar la fecha en que se realizaron los dibujos y además hay que resaltar, que no se trató de una actividad de uno o dos años, sino de constante desarrollo. Científicos como el propio Luis Oramas, plantearon que la actividad pudo cesar en el siglo XV, con la propia llegada de los conquistadores españoles a las tierras de los indígenas y su posterior desplazamiento.

En un trabajo publicado por la Universidad de Carabobo y de la autoría conjunta de Nelson Falcón; Omar León y Yamile Delgado de Smith, se señala lo siguiente respecto a las etapas del arte rupestre en Vigirima:

“Estudios recientes sobre el complejo arqueológico de Vigirima han permitido establecer la ocupación del mismo entre los siglos I y VIII de nuestra era mediante la comparación estilística y formal de los grabados con los estilos cerámicos Barracoides (Sujo, J. 1975; Delgado, Y et al, 2000) por grupos étnicos pertenecientes a las familias lingüísticas Arawaka y Caribe (León et al, 2000). Mas precisamente se ha podido datar algunos petroglifos de Vigirima en el siglo V de nuestra era mediante técnicas arqueo astronómicas (Falcón et al, 2000). También se ha sugerido la ocupación posterior del yacimiento por grupos humanos arqueológicamente Valencioides entre los siglos VIII y XVI d. c. (León, O. et al, 2000)”.

En el mismo trabajo de investigación, se hace también una clasificación muy interesante sobre el significado de los petroglifos de Carabobo:

Hay de categoría “celestial”, que tiene un significante específico de dioses. Las míticas, que tienen como significante específico al chamán; las humanas, con el hombre y la mujer como protagonistas; las de animales cuyo objeto es representar el hábitat.