El misterio de los momoyes en Trujillo

05/10/2023
Misterios a tu alrededor

Chevige González Marcó

Los duendes no están sólo en los cuentos de hadas, en Trujillo y otras zonas de los Andes venezolanos también los han visto y le dicen: momoyes.

Espíritus del agua

Los momoyes tienen una descripción más o menos aceptada por todas las leyendas que los recogen, tienen aproximadamente 40 centímetros de altura y se les observa frecuentemente en algunos sitios de las montañas andinas. Algunos dicen que la leyenda vino de España.

Los puede haber bromistas o algunos agresivos, tienen aspecto de ancianitos y usan un bastón. Algo resulta curioso, los suelen describir con barbas pronunciadas.

En Trujillo son habituales por allí por las montañas de Boconó, pero también los han visto en Mérida.

Seres mágicos

Como “seres mágicos, figuras asombrosas y fantásticas que conviven en torno a la vida cotidiana de todos los habitantes de Boconó”, los define la descripción de un documental con los profesores Ovidio Marín y Fanny Uzcátegui, en un documental que difundió el Centro de la Diversidad Cultural de Venezuela.

En el documental, el profesor Marín señala: “existe en Boconó una cultura, que la he definido como la cultura del momoy o de los momoyes”. La profesora Uzcátegui avanza en que se creó un “sincretismo” entre las leyendas traídas por los españoles y las originarias de estas tierras.

“Las características que dicen todos los campesinos, es que es un hombre muy pequeño, una mujer también, porque también hay la existencia de una familia… es un individuo con un sombrero de ala ancha, de copa redonda, vestido a la usanza, pantalón, una especie de liquiliqui”, detalla el profesor Marín sobre los personajes de las montañas.

“Son una especie de duendes, unos pequeños hombrecitos”, agrega Marín. Su relación como espíritus de agua también está dada por sus habituales apariciones cerca de las fuentes de agua y lagunas. El propio profesor Marín dijo haberlos visto.

Más que un duende

El historiador Yldefonso Finol, tiene otra visión distinta a la de equipararlos con duende o gnomos. “El Momoy conserva de la tradición indígena, esa ética ecológica que pregona y practica los derechos de la Madre Tierra o la Madre Agua, por lo que exhorta a tratar con amor y respeto las criaturas de la naturaleza”.

“Invito a no caer en el facilismo eurocentrista de confundir Momoy con algún remedo del Rey Momo o los Gnomos”, dice Finol en un artículo publicado en 2014.

Relaciona a los momoy con otros espíritus que recorren áreas vecinas pero no andinas como el Lago de Maracaibo, allí aparecen los Mohán, provenientes del imaginario, o de la realidad de los añú.

“Momoy y Mohán tienen en común ser espíritus del agua, emerger del follaje húmedo, dejar una estela de misterio porque representan aquello que nos es desconocido porque nos lo negó la Colonia”, dice Finol.

Yo vi un momoy

Por supuesto que para saber si era sólo una leyenda y no pudiendo tener el placer de irnos de viaje a las montañas de los Andes venezolanos, hicimos un revisión rápida de las redes sociales y encontramos los siguiente sobre los momoyes:

“Claro que existen yo pequeña vi uno es un hombresito pequeñito la piel es rojisa (rojiza)”, escribió en Facebook, Anabel Vásquez. “De pequeña oía hablar de esos momoy y que encantaban a la gente a orillas del agua….”, alegó Narcisa Montilla. “Cuando pequeña y portaba mal , me decían te van a llevar los momoes…”, recordó Rosa Araujo.

¿Y tú los has visto?