Imagen del terremoto de El Tocuyo en 1950 (Crédito para Funvisis)
Imagen del terremoto de El Tocuyo en 1950 (Crédito para Funvisis)

Terremotos en Venezuela: los más devastadores

A pesar de que en los últimos 20 años Venezuela no ha sufrido sismos de gran impacto e intensidad, nuestro país es propenso a grandes terremotos debido a las numerosas fallas sísmicas ubicadas en su territorio, sobre todo, al norte del río Orinoco. 

Ya decíamos que por ser un país atravesado por varias fallas sísmicas, los terremotos en Venezuela han sido numerosos:

Por ejemplo, en 1967, la ciudad de Caracas se vio afectada por un terremoto de magnitud 6,5 que causó más 283 muertes y más de 2 mil heridos. Las zonas de la ciudad que más sufrieron en ese entonces fueron La Pastora, Lídice, Manicomio y San José.

En 1950, la población larense de El Tocuyo también sintió un terrible sismo de 6,3 de magnitud, que deterioró al 50 por ciento de las casas del pueblo, según reseña en su página web la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (FUNVISIS). El terremoto dejó 8 muertos y 60 heridos.

El más reciente de los grandes sismos que ha afectado Venezuela, fue el terremoto de Cariaco, ocurrido el 9 de julio de 1997, con una magnitud de 6,9 y una considerable estela de destrucción. El sismo causó la muerte a más de 71 personas, más de 7 mil damnificados, y afectó también a la ciudad de Cumaná. 

El primer sismo documentado en Venezuela

Según los datos de Funvisis, el primer terremoto documentado en el país fue el que sacudió a la antigua Nueva Toledo, hoy Cumaná, el 1 de septiembre de 1530. “El mar rompió el dique natural que unía la costa de Cumaná con la Península de Araya”, señala al respecto la institución venezolana.

Respecto a la documentación de desastres, Funvisis también acota, que no queda claro, si la destrucción que afectó a la población (ya desaparecida) de Nueva Cádiz de Cubagua en 1541 fue un terremoto o una tormenta. 

El más destructivo terremoto en Venezuela

El terremoto más destructivo documentado en Venezuela, fue el de 26 de marzo de 1812, ocurrido un jueves santo y muy vinculado a la historia independentista del país, debido a que, ante el desastre, los españoles señalaron que se trataba de la ira de dios ante los rebeldes, entonces Simón Bolívar expresó la famosa frase: “si la naturaleza se opone lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca”.

El terremoto de 1812 dejó entre 10 mil y 20 mil muertes. Afectó severamente a la ciudad de Caracas, pero también a otras poblaciones del país como La Guaira, Barquisimeto y Mérida.

Citamos para ustedes un párrafo completo de FUNVISIS al respecto, ya que es muy interesante la explicación del fenómeno: “Las primeras aproximaciones científicas de este terremoto se atribuyen al doctor Melchor Centeno Grau, quien en su libro Estudios Sismológicos (1940), planteó una serie de hipótesis que han permanecido vigentes hasta el presente, dejando claro que este evento tuvo un origen tectónico y que fue un sismo multifocal con tres epicentros: uno en el Mar Caribe (entre Los Roques y la costa de La Guaira), responsable de los daños en Caracas, La Guaira y otras poblaciones al sur y al oeste; el segundo epicentro se situó frente a San Felipe, Barquisimeto y El Tocuyo y destruyó estas poblaciones; y el tercer foco se localizó al sur del Lago de Maracaibo, en la cordillera Andina, donde ocasionó graves daños reportados principalmente en la ciudad de Mérida. El tamaño y destrucción simultánea en varias ciudades del país ha bautizado este evento como Terremoto de Venezuela”.

¿Cómo actuar ante un sismo?

¡Échese al piso, cúbrase y agárrese! Dé solo los pasos que le permitan colocarse debajo de un lugar seguro, como un escritorio o una mesa resistente.

Manténgase alejado de ventanas, vidrios, espejos, puertas exteriores o paredes y de todo lo que pueda caerle como lámparas y muebles.

Si no hay una mesa o escritorio cerca de usted, cúbrase la cara y la cabeza con sus brazos y agáchese lejos de ventanas y estanterías.

Si está en…

La calle: aléjese los postes y los cables eléctricos.

Un edificio: Métase debajo de una mesa o escritorio, alejado de ventanas y paredes exteriores. Permanezca allí hasta que haya pasado el movimiento. NO use los ascensores.

El interior de un lugar concurrido como un restaurante o un cine: Quédese donde esté. No corra hacia las puertas. Aléjese de las repisas que contengan objetos que puedan caerle.

Un carro en movimiento: Pare tan rápido como sea posible y quédese dentro del vehículo hasta que pase el temblor. Evite detenerse cerca o debajo de edificios, árboles, puentes o cables eléctricos. Luego, proceda cautelosamente, observando la carretera y los puentes para ver si tienen daños. Si tiene que salir, esté pendiente de objetos que caigan, cables eléctricos caídos y paredes, puentes, etc.

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