¿Por qué Manuel Cabré se dedicó al Ávila?

25/01/2024
Latinoamérica Mágica

Chevige González Marcó

Las obras del artista Manuel Cabré sobre la montaña que rodea a Caracas se han convertido en parte de la piel del propio cerro Ávila o Waraira Repano ¿qué motivó su dedicación? Ven Para Saber

Llegó de España para amar el paisaje caraqueño

Manuel Cabré nació el 25 de enero de 1890 en Barcelona, España. Llegó a Caracas en 1896, aquella ciudad era mucho más verde en su entorno y de techos rojos en sus construcciones, el Ávila, no podía ser ocultado con ningún artefacto de concreto y casi todas sus faldas arropaban suavemente una ciudad done aún persistía la ubicación de haciendas y sus ríos y quebradas aún respiraban libres.

Su padre era el catalán, Ángel Cabré i Magriñá, un escultor que fue invitado por el gobierno de Joaquín Crespo a realizar obras en el país. Manuel fue desarrollando sus aptitudes y actitudes hacia el arte desde temprano y adaptó su pincel a la tierra que lo acogía, llegando a participar en la fundación del Círculo de Bellas Artes de Caracas.

¿Por qué se dedicó al Ávila?

En su libro, Cabré, Juan Calzadilla identificó algunas de las motivaciones del pintor por el el gigante verde caraqueño. “Él ha dicho que el Ávila tiene forma parecida a la que surge del esfuerzo de dejar caer un chorro de polvo desde cierta altura del suelo”, señala Calzadilla.

“Cabré ha dicho que la estructura interna del Ávila tiene formación piramidal y que permanece inmodificable bajo el revestimiento vegetal que la cubre. Si esta forma original es bella, lo es de sí misma y a despecho de los cambios que se producen en la superficie y en la atmósfera”, avanza Calzadilla.

El autor, acota otro elemento importante, que el paisaje de aquel Ávila no le fue inmóvil a Cabré. Cuando el pintor catalán y venezolano empezó a plasmar al cerro, ya la ciudad estaba transformándose aceleradamente. El período en el que se dedica a dibujarlo con abnegación se inició aproximadamente en 1960, pero antes ya lo había retratado en numerosas oportunidades.

Cabré, el estudioso de la perspectiva del Ávila

Manuel no se quedaba en un balcón observando la montaña para tomar el caballete, el lienzo y pintarlo. Se dedicó a ubicar y estudiar diversas perspectivas y planos, luego lo captaba y lo transfiguraba.

Calzadilla reseña la opinión del reconocido poeta y periodista Leoncio Martínez, contemporáneo con Cabré: El Ávila es para Cabré sus amores: y ha llegado a poseerlo.

“La evolución de su trabajo sigue, en cierto modo, la historia de los cambios urbanísticos que se operan en la banda norte del Ávila, el paisaje que más ha pintado. Así, seguimos su trayectoria desde San Bernardino hasta Altamira”, precisa Calzadilla.

Cabré se había dedicado fundamentalmente al paisajismo y antes del Ávila también había pintado la cordillera andina. También retrató a la Caracas rural de las alturas de la gente y en 1908 ganó su primer premio, con Paisaje de Sabana del Blanco, un sector caraqueño ubicado en las inmediaciones de La Pastora.

Trayectoria del maestro Cabré

Además de ser uno de los fundadores del Círculo de Bellas Artes de Caracas, Cabré fue director de la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de la capital venezolana; director del Museo de Bellas Artes entre 1942 y 1946.

En 1951 ganó el Premio Nacional de Pintura; en 1955 gana el Premio Herrera Toro. En 1971 recibió la Orden Andrés Bello, en su primera clase; en 1978 fue distinguido con la Orden Francisco de Miranda. Diez de sus obras se convirtieron en patrimonio artístico del país custodiadas por la Galería de Arte Nacional.

Cabré fallece en Caracas, el 26 de febrero de 1984, en el Ávila o Waraira Repano, se mantiene vivo. Para los caraqueños no es difícil comprender ¿Por qué Cabré se dedicó al Ávila?