Las chichas venezolanas, un crisol de sabores
- 31/10/2023
- ¡La arepa es venezolana!
- Blanca González Marcó
En esta oportunidad te contamos sobre otro clásico de nuestra gastronomía: Las Chichas Venezolanas. Bebidas que son parte de nuestra identidad cultural y que -con sus respectivas variaciones- son evidencias del mestizaje indígena-europeo y africano que nos habita como nación.
Unas más conocidas y saboreadas que otras: la embriagadora Chicha Andina de origen indígena, la Chicha Criolla o Chicha de Arroz que nació en la colonia (y su versión moderna, la Chicha de Pasta), la Chicha de Ajonjolí que trajeron los esclavos africanos y la popular Chicha de Auyama o “Vitamina” del oriente y sur del país.
¿Cuáles has probado? ¿Cuál te gusta más?
Ven para saber más sobre las deliciosas chichas venezolanas.
¿Por qué se llaman “Chichas”?
El vocablo “Chicha” proviene de alguno de los idiomas de la familia indígena Caribe, una palabra utilizada para nombrar las bebidas embriagantes ceremoniales que preparaban con maíz artesanalmente procesado y fermentado. Esta era almacenada en recipientes de barro llamados Múcuras.
El consumo de la chicha era parte de los acontecimientos religiosos, políticos y civiles de los indígenas, así como de sus funerales y rituales mortuorios, según las crónicas de Fray Pedro Simón:
"Los enterraban en una bóveda que ya tenían hecha para esto, envolviéndolos en mantas finas y poniéndoles a la redonda muchos bollos y múcuras de su chicha y sus armas".
Fray Pedro Simón - Noticias Historiales de las Conquistas de Tierra Firme (1627)
Total es que aparentemente fueron los conquistadores españoles quienes se encargaron de reproducir el vocablo en otros lugares para llamar a las bebidas similares (chichas) que encontraban en su avance colonizador por lo que hoy es Suramérica. No obstante, en primera instancia llamaron “vino” a este líquido espirituoso, como relataba Colón en su Diario del Tercer Viaje en 1498, justamente sobre un encuentro entre su tripulación con indígenas de la costa de Paria:
“Dicen que, luego que llegaron las barcas a tierra, que vinieron dos personas principales con todo el pueblo, creen que uno el padre y el otro era su hijo, y los llevaron a una casa muy grande, hecha a dos aguas y no redonda como tienda de campo, como son estas otras, y allí tenían muchas sillas, adonde los hicieron sentar, y otras adonde ellos se sentaron, y hicieron traer pan y de muchas maneras frutas e vino… blanco y tinto, mas no de uvas. Debe él de ser de diversas maneras, uno de una fruta y otro de otra, y asimismo debe ser de maíz, que es una semilla que hace una espiga como una mazorca, de que llevé yo allá, y hay ya mucho en Castilla; y parece que aquel que lo tenía mejor, lo traía por mayor excelencia y lo daba en gran precio. Los hombres todos estaban juntos a un cabo de la casa y las mujeres en otro. Recibieron ambas partes gran pena porque no se entendían, ellos para preguntar a los otros de nuestra patria, y los nuestros por saber de la suya. Y después que hubieron recibido colación allí en casa del más viejo, los llevó el mozo a la suya e hizo otro tanto, y después se pusieron en las barcas y se vinieron a la nao.”
Cristóbal Colón - Diario de su Tercer Viaje (1498)
¿Cuántas “chichas” podemos encontrar en Venezuela?
Venezuela es un país “chichero” donde conseguimos varios tipos de chicha según los ingredientes con que se preparen. Así tenemos la Chicha Andina o Chicha de Maíz, la Chicha Criolla (o Chicha de arroz), la Chicha de Ajonjolí y otras que se han popularizado, como la “Chicha de Pasta” y la “Vitamina” o “Chicha de Auyama”.
Chicha Andina o Chicha de Maíz
La Chicha Andina o Masato es la más ancestral y tradicional de todas las bebidas así nombradas. Típica, sobre todo y como su nombre lo indica, de Los Andes venezolanos, donde se consume frecuentemente hasta nuestros días.
Esta chicha era preparada en general por todos los grupos indígenas que poblaban lo que hoy es Venezuela, desde la familia de los Caribes, hasta los Chibchas – Timotocuicas, miles de años antes de Cristo.
Sabemos, según crónicas del siglo XVI, las indígenas trituraban el maíz tierno para luego someterlo a fermentación durante varios días y obtener una bebida alcohólica.
Pero, ¿Cómo trituraban el maíz y lo fermentaban? Te sorprenderá saber cómo lo describía un aventurero y cronista milanés:
“Las molenderas muelen maíz suficiente para la cantidad de vino que les han encargado, y luego lo ponen en unas jarras grandes llenas de agua. Las mujeres encargadas de hacer esta bebida, toman un poco de maíz, lo ablandan en una olla, y se lo pasan a otras, que tienen la tarea de masticarlo poco a poco y escupirlo con fuerza, como tosiendo, en una hoja o tazón. Luego lo colocan en la jarra con el resto de la mezcla; de no hacerlo así, este vino o bebida no tendría ninguna fuerza. Por último lo hierven por tres o cuatro horas, lo dejan enfriar y lo cuelan con un paño; sale tan perfecto, que embriaga como si fuese verdadero vino.”
Girolano Benzoni - La Historia del Mundo Nuevo (1565)
Es necesario acotar que pese a lo escrito por Benzoni, los indígenas no siempre utilizaban la saliva para fermentar sus bebidas, a veces lo hacían con plantas o agregando frutas después de moler el maíz con piedras.
La transformación de la Chicha Andina
Durante siglos de colonización española y producto del “mestizaje gastronómico”, le fueron incorporando nuevos ingredientes; así, la chicha andina actual incluye: jugo o guarapo de piña para acelerar el proceso de fermentación del maíz -previamente triturado y cocido-, papelón para endulzar y especias como clavitos de olor, pimienta guayabita y canela, para potenciar su sabor.
Esta chicha, una vez popularizada entre los españoles y los descendientes del mestizaje, se preparaba en las casas, pero también la degustaban los viajeros y transeúntes en pulperías y puestos ambulantes.
Existen variantes de la Chicha Andina, una que se combina con arroz y la original de puro maíz más un toque de papelón.
Chicha Criolla Venezolana o Chicha de Arroz
La chicha de arroz es la más popular del país. Es una bebida láctea espesa hecha a base de arroz que, a diferencia de su homóloga andina, no tiene nada de fermentación, es decir, no es una bebida para embriagarse sino para endulzar y refrescar el paladar.
Comienza a prepararse como refresco en la Caracas colonial. Su preparación es muy sencilla; se trata simplemente de cocinar el arroz en abundante agua con una ramita de canela o una conchita de limón, hasta que quede muy blandito y triturarlo/licuarlo para luego agregarle leche (o más agua, para los intolerantes a la lactosa) y papelón o azúcar.
Con el tiempo, a la chicha criolla también le añadieron otros ingredientes como leche condensada, un toque de canela en polvo, vainilla o ralladura de limón, así como abundante hielo para consumirla bien fría. Algunas personas describen su sabor como un “arroz con leche líquido”.
Al igual que la chicha de maíz, la de arroz se popularizó en pulperías y puestos ambulantes de “chicheros”; hoy día también la podemos conseguir pasteurizada y hasta procesada en polvo para su preparación instantánea.
La Chicha Criolla es otro nutritivo y delicioso producto de la gastronomía venezolana que empieza a conocer alrededor del mundo gracias a la diáspora venezolana del siglo XXI.
Chicha de Ajonjolí
Esta variedad de chicha es de las menos extendidas en el país, probablemente porque a pesar de que también tenemos turrones preparados con esta oleaginosa, no es tan fácil encontrar dichas semillas.
Esta es una bebida altamente proteica que consumían mucho los esclavos provenientes del África Subsahariana (uno de los lugares de origen del ajonjolí).
Esta chicha se prepara tostando ligeramente las semillas de ajonjolí para después molerlas (o licuarlas) con un tantico de agua y colarlas. Por otro lado, se hace un melao de papelón al que se le agrega agua, el ajonjolí procesado y eso se mezcla o licúa nuevamente para integrar todo y finalmente consumir la chicha bien fría.
Hay quienes combinan la chicha de ajonjolí con la de arroz en proporciones iguales.
Chicha de auyama o “Vitamina”
La “Vitamina” es una bebida muy famosa en la población de El Tigre, al sur del estado Anzoátegui.
Esta sabrosa y nutritiva Chicha de Auyama fue inventada, aparentemente, a mediados del siglo XX por los hermanos margariteños “navegados” Maximiliano y Eladio Sánchez, que la ofrecían en el mercado popular de El Tigre.
Esta merengada se prepara sancochando la auyama hasta ablandar, junto con una ramita de canela, clavos de olor y pimienta guayabita (si es del gusto de quien la prepara). Una vez sancochada, se deja enfriar a temperatura ambiente y se licúa agregando leche líquida, melao de papelón, azúcar o leche condensada para endulzar y un toque de vainilla.
Hay una versión alcohólica, tipo ponche, a la que se le agrega ron.
Chicha de Pasta
Es la versión moderna y “express” de la Chicha de Arroz, en cuya preparación se sustituye el arroz bien cocido por pasta de sémola (espagueti u otra presentación), sancochada hasta que quede muy blanda y procesada en licuadora añadiendo leche líquida, leche condensada y/o azúcar y un chorrito de vainilla, para servir bien fría con algunos cubitos de hielo.
Se dice que los chicheros de esta época preparan y ofrecen esta chicha de pasta y no la tradicional de arroz, porque es mucho más económica e igual gusta a la clientela.
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