Maracay, la última capital de Venezuela antes de Caracas
Maracay, la última capital de Venezuela antes de Caracas

Maracay, la última capital de Venezuela antes de Caracas

Famosa ciudad jardín, eterno cruce de caminos hacia la Venezuela profunda, fue Maracay la última capital de Venezuela antes de Caracas. Ven Para Saber más: 

Maracay, la capital de Gómez

En 1908, Maracay fue designada como capital política de Venezuela, por la dictadura de Juan Vicente Gómez. Eran, entonces, los tiempos en que desde Táchira pasaba por el centro del país hasta Caracas, aquella particular circunstancia de los andinos en busca del poder y del gobierno nacional.

La llamada Revolución Liberal Restaurada estaba liderada por líderes andinos que habían reunido suficiente tropa y apoyos como asaltar la capital y asumir el gobierno. Cipriano Castro pasa junto con su compadre Gómez por aquella Maracay de 1899 y fue, desde entonces, la ciudad que cautivó a quien luego se hiciera dictador, quien gobernó, justo desde 1908 hasta 1935.

 

Aquella predilección, que también tenía que ver con la planificación militar de Gómez, catapultó a Maracay de un modesto cruce de camino rural hasta una ciudad en construcción.

Gómez, el hacendado

Gómez traicionó a su compadre Castro y en 1908 aprovechó un viaje de éste para asumir el gobierno y luego para derrocarlo, el 19 de diciembre de ese mismo año. En la mentalidad del dictador el país era una gran hacienda y así comenzó a actuar, apropiándose de grandes cantidades de hatos y tierras en Maracay.

Hay quienes además sostienen, que Gómez siempre fue aprehensivo y desconfiado de Caracas. Por ejemplo, el historiador estadounidense, que vivió una larga temporada en Venezuela, Thomas Rourke, señalaba que el dictador: “desde su primera llegada a Caracas, aquella noche en que se quedó en la plaza, al lado de la estatua de Bolívar, cubierto con su ruana y en alpargatas, contemplando las luces de los coches que daban vuelta a la plaza, Gómez había quedado desconcertado de aquella ciudad. Había en ella algo que se le escapaba, algo que le irritaba. No podía dominarla, agarrarla, como podía hacerlo con cualquier otra cosa o persona, que se encontraba”.

En 1909, Gómez se muda junto a su familia a la Ciudad Jardín y las inversiones del Estado venezolano dejan de concentrarse en Caracas para reunirse en Maracay y su entorno. Los Gómez se hacen dueños de la ciudad y prósperos empresarios, evidentemente a costa no sólo del presupuesto de Caracas, sino de todo el erario público.

Para la fecha del “antojo” de Gómez, Maracay tenía alrededor de 6 mil habitantes, mientras Caracas ya superaba, de largo, los 100 mil habitantes. 

La Maracay que surge de las prioridades de Gómez

Si bien Maracay ya había tenido cierto impulso a finales del siglo 20, en su condición de cruce de caminos y puerta de entrada a los llanos venezolanos, es con Gómez que salta a potras circunstancias.

La ciudad ya tenía su estación del Gran Ferrocarril de Venezuela, pero con Gómez tuvo su acceso al mar, mediante la construcción de la carretera hacia Ocumare de la Costa, por donde evidentemente saldrían los productos del emporio Gómez.

También se hace el principal centro militar del país y allí en Maracay comienza a funcionar la primera aerolínea de Venezuela: Aeropostal. Poco a poco, va obteniendo nuevos privilegios, como su designación como capital de Aragua, en sustitución de La Victoria, en junio de 1916.

 

El modelo de desarrollo impuesto por Gómez daba paso a grandes obras civiles como el Hotel Jardín, cines y por supuesto, un lugar para la afición de Gómez: una plaza de toros. Del lado de las obras públicas se construyó esa inmensa plaza Bolívar, que muchos consideran la más grande del país, las grandes obras de cuarteles militares y el aeropuerto de Boca del Río. 

Las empresas de Gómez

Algunas de las empresas del dictador Gómez y su familia son conocidas hasta la actualidad, como la famosa Lactuario de Maracay, dedicada al procesamiento de lácteos, por supuesto hoy en día cuenta con dueños distintos al linaje de la dictadura.

Pero además de aproximadamente 22 fundos de producción agropecuaria, los Gómez también pasaron a la industria y crearon empresas como: Aceites de Maracay, Jabones de Maracay, Telares Maracay. También tuvieron aserraderos y un matadero industrial. Además, cobraban y se daban el vuelto, ya que eran propietarios también de la energía, ya que crearon cuatro plantas hidroeléctricas y una de diésel.

La ciudad pudo ser más pujante, pero apenas algunos socios lograron montarse en el carruaje del dinero de la dictadura. Por más que se invirtió, la riqueza estaba concentrada en los Gómez y Maracay no creció tanto como finalmente sostenerse como capital de Venezuela, luego de la muerte del dictador en 1935.

Eso sí, la ciudad comenzó una nueva etapa industrial, basada en aquella infraestructura hecha a la fuerza. No dejó de ser considerada como un centro de procesamiento de diversos rubros, como el textil y lo agroindustrial.

La antigua sede de Lactuario de Maracay
La antigua sede de Lactuario de Maracay

 

¿Dos veces capital de Venezuela?

Maracay, la última capital de Venezuela antes de Caracas, dejó de tener esa condición en 1936, cuando las cosas volvieron a su lugar, luego de la dictadura gomecista. No dejó de tener por muchas décadas más, una importancia clave en el sector militar del país, cuna de la Aviación Militar y de otras importantes guarniciones.

No obstante, mucho antes, algunos investigadores señalan que Maracay fue capital de Venezuela en 1814, debido a que, el generalísimo Francisco de Miranda establece allí su Cuartel General, sin embrago sería un asunto efímero. El 22 de enero de 1814, el Libertador Simón Bolívar, había elevado a las poblaciones de Maracay, Turmero y La Victoria a la categoría de “ciudad”.

Finalmente, recordamos que Maracay fue fundada el 5 de marzo de 1701, luego que un grupo de 40 familias colonizadoras españolas allí establecidas, solicitaron el reconocimiento del lugar. Podríamos decir entonces, que de alguna manera, Maracay tiene dos fundaciones como ciudad y en una de ellas su fundador fue el mismísimo Simón Bolívar. 

También te puede interesar

Descubre todo lo que traemos para ti en nuestro blog

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad