
Luis Caballero Mejías, el inventor de la harina de maíz precocida
- 02/04/2024
- ¡La arepa es venezolana!, Destacados
- Blanca González Marcó
Luis Caballero Mejías fue un ingeniero, docente e inventor venezolano que vivió durante la primera mitad del siglo XX, es conocido por haber inventado la fórmula para la elaboración de la harina de maíz precocida con la que actualmente preparamos nuestras arepas y empanadas.
Caballero también patentó un cascanueces o, como se llamó en la patente nacional, una rompedora de nueces; por otra parte, fue pionero e impulsor de la educación técnica para los jóvenes venezolanos y fundó la primera Escuela Técnica Industrial del país.
Ven para saber más sobre la vida de este brillante inventor y docente venezolano.
Nacimiento y primeros años
Luis Alberto Caballero Mejías nació en Caracas, el 12 de diciembre del 1903. Sus padres fueron Francisco Leocadio Caballero Hernández y Luisa Elena Mejías Paz Castillo.
Realiza sus primeros estudios en el Colegio Francés de Caracas, desafortunadamente queda huérfano de padre y madre a muy temprana edad y junto con sus hermanos (Carmen y Francisco) sería criado por sus tías Mercedes y Clementina.
Formación técnica y universitaria
Luis Caballero Mejías viaja a Santiago de Chile en 1925 y allí obtiene el título de Técnico Mecánico en la Escuela de Artes y Oficios, con calificaciones sobresalientes.
En Chile, Caballero permanecería durante cuatro años, regresó por un tiempo a Venezuela y luego se trasladó a Estados Unidos, donde complementa los estudios realizados en el país sudamericano y se gradúa como Ingeniero Mecánico en los primeros años de la década del 40.
Su primer invento patentado: la rompedora de nueces
Caballero Mejías registra su primer invento en Estados Unidos con el nombre de Nut Cracking Machine, el 19 de mayo de 1942. La oficina de patentes estadounidense le otorgó el número de patente 2.283.876 a su idea.
En Venezuela el mismo invento sería llamado Rompedora de Nueces y fue registrado con el código 114B2 en la oficina correspondiente.
Retorno a Venezuela
Antes de recibir el título de Ingeniero Mecánico en Estados Unidos, Caballero Mejías estuvo en Venezuela después de sus estudios en Chile.
En 1930 recibió el cargo de Jefe de Talleres del Astillero Nacional de Puerto Cabello, donde estuvo durante cinco años. También trabajó un tiempo como Jefe de Ferrocarriles.
En 1935 fue designado director de la Escuela de Artes y Oficios ubicada en Caracas; dicha institución cambiaría de nombre un par de años después a “Escuela Técnica Industrial”, por iniciativa de Caballero Mejías.
El ingeniero Luis Caballero Mejías fue un entusiasta impulsor de la Educación Técnica como alternativa corta para formar y capacitar a los estudiantes en diferentes áreas que pudieran resolver problemas técnicos específicos (eléctricos, mecánicos, electrónicos, contables, etc.) en las empresas e industrias del país, con un salario digno.
El gran invento: la harina de maíz precocida “La Arepera”
Hoy en día sería extraño para los venezolanos pensar en nuestras arepas y empanadas sin contar con la facilidad de tener una harina de maíz precocida para ahorrar tiempo.
Originariamente, preparar nuestras arepas y empanadas implicaba un proceso más complejo para procesar el maíz y obtener la masa para dos de nuestros platos más tradicionales a base de este cereal ancestral.
Fue a Luis Caballero Mejías a quien se le ocurrió inventar la fórmula y desarrollar el proceso para crear la harina de maíz precocida que conocemos actualmente.
El 4 de junio de 1954, Caballero consiguió que el Ministerio de Fomento de la época le otorgara la patente a su creación, a la que denominó genéricamente como Harina de masa de maíz y Masa de maíz deshidratada y luego, para fines comerciales del producto, surge la marca “La Arepera”.
Así aparece registrada dicha patente en el Boletín de Propiedad Industrial y Comercial de Venezuela:
PATENTE N° 5.176 del año 1954 Luis Caballero Mejías, ingeniero mecánico de profesión, inventa la harina precocida, denominada Harina de Masa de Maíz o Masa de Maíz deshidratada, patentada en Venezuela bajo la Ley de Propiedad Industrial y Comercial, ante el Ministerio de Fomento N° 271, mes 7, Registro General 5.176, de fecha 04-06-1954.
En el empaque original de su marca “La Arepera”, insistimos, la primera harina de maíz precocida en el mercado venezolano, se incluían las instrucciones para hacer las arepas con el producto y además sugerían recetas para arepas fritas, arepitas dulces, bollitos, etc.
La arepera de los Hermanos Álvarez y la cuestionada anécdota con Lorenzo Mendoza
Existe una anécdota o leyenda urbana según la cual a Luis Caballero Mejías un día se le ocurrió llevar su invento a la arepera de los Hermanos Álvarez (los creadores de la famosa «Reina Pepiada») ubicada en Sabana Grande para que lo probaran y efectivamente fue un éxito.
Otra parte del cuento es que supuestamente en el local se encontraba el empresario Lorenzo Mendoza Fleury, dueño de la Cervecería Polar, quien -según- quiso comprarle la fórmula que, a todas luces, era el invento gastronómico del siglo.
Se dijo que en principio Caballero se negó y después, por presuntos problemas de salud, el ingeniero y su esposa, Patria Pereira de Caballero, accedieron a vender su fórmula a Mendoza Fleury.
Esta última parte de la “anécdota” ha sido desmentida por la propia hija de Luis Caballero Mejías, Clementina Caballero, quien sostiene que ni su padre, ni su madre, negociaron con nadie la fórmula de la harina de maíz precocida.
“Con respecto al tema de la “Harina de Masa de Maíz” o “Masa de Maíz Deshidratada” quiero expresar de manera categórica lo siguiente: ni Luis Caballero Mejías ni su esposa Patria Pereira de Caballero realizaron venta alguna de la fórmula de masa de maíz antes mencionada.”
Clementina Caballero Pereira
La fórmula de Caballero es “perfeccionada” y masificada pero sin el debido reconocimiento
La idea de Luis Caballero Mejías luego de patentar su invento, fue trabajar para industrializarla y comercializarla masivamente. El ingeniero no logró el objetivo debido a diversas trabas, a pesar de ello consiguió introducir en el mercado algunos empaques de su harina precocida, bajo la marca La Arepera
Entre los problemas de salud que aquejaban a Caballero Mejías y el agitado contexto social, político y económico de la Venezuela de finales de los 50, la idea se fue a pique, pese a la calidad del producto y el espíritu emprendedor del ingeniero y sus socios.
“Cuando traté de fundar una Compañía para explotar la patente de mi propiedad “Masa de maíz deshidratada” los invité a participar en ella de buena fe. Sabía que el negocio era bueno, que la harina era buena y por lo tanto el resultado no podía ser malo”.
Extracto de la carta escrita por Luis Caballero Mejías para la Asamblea de Accionistas de su empresa
Mientras la empresa del inventor de la harina de maíz precocida naufragaba, Lorenzo Mendoza Fleury (sí, el mismo de la anécdota desmentida) tomó la fórmula de Caballero Mejías y aparentemente la “perfeccionó” para industrializarla y comercializarla; lo que en efecto consiguió, a diferencia del propio creador del producto.
El 10 de diciembre de 1960 sale por primera vez al mercado la hoy conocida mundialmente Harina PAN (Productos Alimenticios Nacionales); producto elaborado en la Planta Refinadora de Maíz Venezolano (REMAVENCA), fundada -casualmente- en 1954 por Empresas Polar, bajo iniciativa de Mendoza Fleury y su hijo Juan Lorenzo.
Impacto en la gastronomía, economía y cotidianidad venezolana
Como dijimos anteriormente, el proceso artesanal para obtener la masa de maíz con la que preparamos nuestras arepas y empanadas era muy laborioso, había que pelar, limpiar, cocer, descascarar y pilar o moler muy bien el maíz para lograr la consistencia adecuada de la masa.
Posiblemente, con la modernidad de la segunda mitad del siglo XX, la tradición gastronómica arepera de los venezolanos no se hubiera mantenido por las dinámicas laborales y escolares y la falta de tiempo para procesar el maíz y preparar la masa a la manera antigua.
El maravilloso invento del ingeniero Luis Caballero Mejías le dio practicidad y sostenibilidad a nuestro alimento tradicional por excelencia, simplemente logró mantener y masificar el consumo de las arepas y las empanadas, pese a que él como inventor no pudo industrializar y lograr un gran alcance comercial con su propia marca (la primera que existió, insistimos).
Competencia comercial, pilones y areperas
Por supuesto, no se puede negar que sea como fuere la Empresa Polar sí logró la industrialización exitosa del producto, luego de supuestamente “perfeccionarlo”. Con los años surgieron otras marcas de harina de maíz precocida en el mercado venezolano para competir con el monopolio de la harina PAN.
Desde la aparición y posicionamiento de la harina PAN en el mercado, en 1960, los grandes pilones existentes en Venezuela se redujeron de 725 a 489 en 1967.
De igual manera los pequeños pilones y los extenuantes molinos manuales familiares quedaron relegados o para otras preparaciones, como las cachapas.
Luego de la invención de la harina de maíz precocida y su industrialización, se multiplicaron locales, restaurantes y ventas ambulantes que se especializaban en las arepas (las populares Areperas) y empanadas.
Valga decir que los sabores de las arepas y empanadas también se diversificaron, gracias al tiempo que se ahorran con la harina precocida -hasta el sol de hoy- los vendedores de estos deliciosos alimentos y que pueden dedicar para preparar los rellenos de estas delicias de la cocina venezolana.
¿Qué pasó con Luis Caballero Mejías?
Después del derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez, Luis Caballero Mejías se encargó de la Dirección de Educación Artesanal, Industrial y Comercial del país, allí siguió incentivando la formación técnica que tanto le apasionaba y aspiraba extender a todo el territorio nacional.
Lamentablemente, su salud se deterioró y no pudo continuar con esta importante misión educativa; Luis Caballero Mejías falleció en Caracas el 12 de octubre de 1959.
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