
Jacinto Convit, una vida ejemplar entregada a la ciencia
- 04/09/2023
- Latinoamérica Mágica
- Blanca González Marcó
Jacinto Convit fue un científico venezolano, médico, investigador y docente, reconocido mundialmente por su contribución a la prevención y control de enfermedades transmisibles como la Lepra y la Leishmaniasis.
En este artículo te contaremos un poco sobre la vida y trayectoria de este insigne médico venezolano.
Primeros años y vida personal de Convit

Jacinto Convit nació en Caracas, el 11 de septiembre de 1913. Sus padres fueron Francisco Convit y Martí y Flora García Marrero, ambos inmigrantes españoles. Sus primeros años los vive en La Pastora, sector popular caraqueño. Así recordaba Convit aquella vida:
“Nací en La Pastora, hermosa con su tranvía y su plaza. Jamás olvidaré como, de repente, las calles se llenaban con una masa fantástica: miles de mariposas amarillas que bajaban de El Ávila”.
Aquellas mariposas amarillas se quedarían para siempre en sus evocaciones de un niño que apreciaba las maravillas de la naturaleza:
“¡Eso sí era una belleza. Era la vida y punto! Nosotros las cazábamos con unas mallitas improvisadas. Con los años, leí a García Márquez, Cien años de soledad estaba cogiendo fama. Cuando leí lo de las flores amarillas, dije: ¡Hum!, éste como que vivió en La Pastora!”
En 1947 contrae matrimonio, después de 10 años de noviazgo, con Rafaela Marotta D’Onofrio, unión de la que nacieron cuatro hijos: Francisco, Óscar, Antonio y Rafael.
Estudios

Convit realiza sus estudios de Primaria en el Colegio San Pablo, en Caracas, al terminar pasa a cursar Bachillerato en el famoso Liceo Andrés Bello (entonces llamado Liceo Caracas), donde fue alumno del reconocido escritor Rómulo Gallegos, según su testimonio:
“Gallegos era excelente en matemáticas y filosofía. Muy poca gente sabe esto. Me enseñó una cantidad de cosas y salí bien en su materia. Saqué 20 puntos”.
Una vez graduado de Bachiller y luego de presentar una prueba de suficiencia académica en la que resultó sobresaliente, Jacinto Convit inicia sus estudios en la Escuela de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en 1932, donde se destacó como excelente estudiante, decía Convit:
“Estudiábamos mucho, con gran intensidad y había mucho que memorizar. Hubo una época en la que llegué a sentir una especie de cansancio. El número de horas que había que estudiar era grande”.
Jacinto Convit egresa de la UCV en septiembre de 1938 con los títulos de Bachiller en Filosofía y Doctor en Ciencias Médicas, posteriormente se especializaría en Medicina Interna y enfermedades de la piel. En 1944 recibe una beca y viaja a Estados Unidos para proseguir estudios sobre Dermatología y otros sobre Epidemiología y Bioestadística de la Lepra.
La lucha contra la Lepra

En el quinto año de la carrera de Medicina, Convit visita al leprosario de Cabo Blanco en el hoy estado La Guaira (en su lugar se encuentra actualmente el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar) y aquel contacto con los pacientes de lepra lo marcó de forma tal que en 1938 ingresa como Residente a dicho centro; aunque desde su creación y hasta antes de la llegada de Convit era más bien un centro de confinamiento y aislamiento precario e inhumano para personas que eran estigmatizadas socialmente por la terrible enfermedad que padecían.
La lepra o Enfermedad de Hansen es una infección crónica de la piel causada por el bacilo Mycobacterium leprae, que afecta las mucosas de los ojos, nariz, garganta, así como partes de la médula y el cerebro. Hasta la primera mitad del siglo XX esta enfermedad condenaba a la marginación y aislamiento a quienes la sufrían; la percepción sobre la lepra y los pacientes empieza a cambiar con las investigaciones y el trabajo del Dr. Jacinto Convit, desde Venezuela para toda la región.
La primera preocupación de Convit fue analizar la enfermedad, desde la óptica médica, social y humana, consciente de la necesidad de reformular el tratamiento integral que se le proporcionaba a los pacientes, consideraba menester acabar con la estigmatización, el aislamiento y la reclusión hospitalaria forzosa, así como prolongar la esperanza de vida y hacer las investigaciones y pruebas correspondientes para combatir eficazmente y curar la infección, más allá de mejorar el tratamiento que previamente existía.
La batalla sanitaria de Jacinto Convit
Convit puso a prueba su capacidad de convocatoria y consiguió incorporar a estudiantes de los últimos años de Medicina y médicos recién graduados para el diagnóstico y la atención integral de los pacientes con Lepra de todo el país (en 1946 se llegaron a diagnosticar 18.000), desde una nueva concepción. Así recordaba nuestro eminente médico aquel esfuerzo:
“Les hablaba de la altísima tasa de infección que existía en el país, del riesgo que corríamos. No fue un trabajo difícil reunir varios grupos de muchachos. Quien tuviera dos dedos de frente, sabía que había que hacer algo. Un médico, un hombre de ciencias, no puede quedarse encerrado en cuatro paredes. Tiene que salir a la calle y ver cuáles son las necesidades de la gente.”
Posteriormente, Jacinto Convit y un equipo de investigadores del Instituto Biomédico de Venezuela lograron crear una vacuna para la Lepra; esto se consiguió aislando el bacilo de la enfermedad a través de la inoculación en cachicamos (armadillos), así se obtuvo el Micro Bacterium Leprae de Armadillo, luego se combinó el bacilo aislado con la vacuna para la tuberculosis (la BCG, esa que nos ponen de recién nacidos y deja una marca permamente en el antebrazo) para producir la vacuna contra la Lepra o Enfermedad de Hansen. Esto también fue el punto de partida para la elaboración de la vacuna contra la Leishmaniasis.
Gracias al esfuerzo del Dr. Convit y su equipo, en 1998 se había logrado reducir a 0.6 casos por cada 10 mil habitantes la tasa de pacientes con lepra.
Reconocimientos y últimos años
En reconocimiento a su labor, este gran científico recibió decenas de premios y distinciones nacionales e internacionales, entre estos la Orden del Libertador, la Orden Francisco de Miranda, la Medalla de la Federación Médica Venezolana, el Premio Príncipe de Asturias e incluso fue nominado al Premio Nobel de Medicina. Asimismo, varias universidades venezolanas le confirieron el título de Doctor Honoris Causa.
Al final de su vida, el Doctor Jacinto Convit se encontraba trabajando en la investigación de la inmunoterapia aplicada al cáncer con el fin de obtener una vacuna (ConvitVax) específicamente contra el cáncer de mama en mujeres, dada su alta incidencia en el país. Trabajo que continúa la Fundación Jacinto Convit para llevar la ConvitVax a fase clínica, con los soportes correspondientes.
Jacinto Convit falleció en Caracas, el 12 de mayo de 2014, tenía 100 años. Sus aportes a la humanidad catapultaron a este gran venezolano a la historia de la ciencia y lo hicieron inmortal.
“No hay nada como luchar por el bienestar del hombre. El ser humano necesita sentirse respetado, tener autonomía y poder participar de forma activa en todas las actividades que lo rodean. Cuando las personas sienten que tienen voz y voto en su propia vida, están más felices”. Jacinto Convit
Para saber más:
- Fundación Jacinto Convit
https://www.jacintoconvit.org.ve/
- Reflexiones – Entrevista al Dr. Jacinto Convit realizada en 2012 (Canal de la OPS)
- Jacinto Convit
- Jacinto Convit: Lección de Humanidad, Ignacio Moreno. TEDxUCV
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